Alumna: Florencia Martín
La escuela abre sus puertas cada mañana, tarde y noche para recibir en sus aulas a los alumnos y sus destinos aún por definir.
Es allí donde se sintetizan las más altas aspiraciones de una sociedad, por esto considero que es lícito educar.
Por tales motivos cabe esperar una militancia del maestro a favor de una cultura de honda inspiración humana, con identidad y autoestima liberadoras.
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